22 marzo 2012

SONATA DE INVIERNO (5) VALLE-INCLÁN



pág.197...Poco después el clarín alzaba su canto animoso y dominador como el de un gallo...
-Foto hecha por mí-

 pág. 198 a  213
Libro COLECCION AUSTRAL-Espasa Calpe, S.A.
(2.º Libro prestado Biblioteca)- 36ª Edición -año 2007

En estas últimas páginas parece que asistimos a una representación teatral, en la que Bradomín y los demás "actores" entran y salen del escenario.
Personajes, por "orden de aparición": las dos señoras que le atienden, Fray Ambrosio, la Señora, sus damas, el señor Obispo, la Marquesa de Tor, María Antonieta.

...
pág.198...La fiebre tan pronto me abrasaba como me estremecía, haciéndome chocar diente con diente. Algunas veces un confuso delirio me embargaba,...
(en Estella)...Me alojé en casa de dos señoras...
¡Señor Marqués aquí le buscan!

pág.199...  (Era Fray Ambrosio)  habíame juzgado en trance de muerte...
...lo mismo libraba batallas contra la facción alfonsista que contra la facción de Satanás.
...mostraba los labios sangrientos de una cuchillada que le hendía la frente...

('Habla' Fray Ambrosio):
¿Cómo he recibido esta herida?...¡Sin gloria, como usted la suya!...¿Hazañas?Ya no hay hazañas, ni guerra, ni otra cosa más que una farsa.
Los generales alfonsistas huyen delante de nosotros, y nosotros delante de los generales alfonsistas. Es una guerra para conquistar grados y vergüenzas...Terminará con una venta, como la otra.

...–Fray Ambrosio, estoy por decir que me alegro de que no triunfe la Causa.

...–¡La Causa no triunfará porque hay muchos traidores!

......Esta descalabradura me la ha inferido ese ladrón de Miquelcho
...
–Tengo que trasmitirle un ruego de aquella dama… Sin que haya dejado de quererle, le suplica que no intente verla...
...
(Por una de las señoras que le atendíam se enteró del estado del Conde Volfani, y cómo le había cuidado la Condesita):"...como una Santa Isabel!.
...
Despide a Fray Ambrosio, pero luego el exclaustrado vuelve a visitarle :
pág.204..."–He visto a la Condesa.
–¿Y qué dice nuestra Santa?
Dice que está dispuesta a verle una sola vez para decirle adiós.
En vez de alegría sentí como si una sombra de tristeza cubriese mi alma...
¿Era acaso el dolor de presentarme ante sus bellos ojos despoetizado, con un brazo de menos?
pág.205...Apoyado en el brazo del fraile dejé mi hospedaje para ir a la Casa del Rey.
...Recordaba aquel día, cuando...sentí con ansias de paladín el deseo de consagrar mi vida a la Señora.
...La Señora me dijo: He tenido noticia de tu desgracia...

...–Dios no ha querido concederme el morir por vos.
Las damas se limpiaron los ojos, emocionadas de oírme:
pág.206...Yo sonreí tristemente, considerando que aquella era la actitud que a lo adelante debía adoptar con las mujeres para hacer poética mi manquedad
...Hubo breves momentos de silencio, y un señor Obispo, que estaba presente murmuró en voz baja:
–Dios Nuestro Señor ha permitido que conserve la mano derecha, que es la de la pluma y la de la espada.
...–Yo no aspiro a enseñar, sino a divertir. Toda mi doctrina está en una sola frase: ¡Viva la bagatela!
...
...El prelado continuó:
–Ahora que forzosamente ha de tener algún descanso, debía escribir un libro de su vida.
...
La Reina me dijo sonriendo:
–Bradomín, serían muy interesantes tus memorias.
Y gruñó la Marquesa de Tor:
–Lo más interesante no lo diría.
Yo repuse inclinándome:
–Diría sólo mis pecados.
La Marquesa de Tor, mi tía y señora, volvió a gruñir, pero no entendí sus palabras. Y continuó el prelado en tono de sermón:
–¡Se cuentan cosas verdaderamente extraordinarias de nuestro ilustre Marqués! Las confesiones cuando son sinceras, encierran siempre una gran enseñanza: Recordemos las de San Agustín.
pág.207...Cierto que muchas veces nos ciega el orgullo y hacemos en esos libros ostentación de nuestros pecados y de nuestros vicios: Recordemos las del impío filósofo de Ginebra.
...
-Yo no aspiro a enseñar, sino a divertir. Toda mi doctrina está en una frase: ¡Viva la bagatela!
Para mí haber aprendido a sonreír, es la mayor conquista de la Humanidad.


...(El prelado)...En el Infierno debió haberse sonreído siempre.

Bagatellas - Beethoven
interpretada por Glenn Gould
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pág.208...La Marquesa de Tor,...
...–No esperaba verte aquí… Ya te estás marchando...
–¿Qué mal puede haber en que nos digamos adiós? ¡Si ha sido ella quien lo quiso!…
–Porque tú lo exigiste, y la pobre no tuvo valor para negártelo. María Antonieta desea vivir siempre en tu corazón: Quiere renunciar a ti, pero no a tu cariño,...

pág.209..."Mi tía y señora recobró el tono autoritario:

–¡Calla!… Eres el más admirable de los Don Juanes: Feo, católico y sentimental."

...
"los ojos aterciopelados y tristes que se habían abierto para mí como dos florecillas franciscanas en una luz de amanecer, serían los últimos que me mirasen con amor! Ya sólo me estaba bien enfrente de las mujeres la actitud de un ídolo roto, indiferente y frío. "
... De pronto, emocionado por el recuerdo de la niña recluida en el viejo caserón aldeano, tuve que mentir un poco, hablando de María Antonieta:
–María Antonieta es la única mujer que todavía me quiere: Solamente su amor me queda en el mundo: Resignado a no verla y lleno de desengaños, estaba pensando en hacerme fraile, cuando supe que deseaba decirme adiós por última vez…
...
–Si hoy atendiese su ruego, acaso mañana me llamase. ¿Crees que esa piedad cristiana que ahora la arrastra hacia su marido, durará siempre?
pág. 210
–¡Siempre, Xavier!
Me volví y hálleme enfrente de María Antonieta: Inmóvil y encendidos los ojos me miraba. Yo le mostré mi brazo cercenado, y ella con un gesto de horror cerró los párpados. Había en su persona tal mudanza que aparentaba haber envejecido muchos años...

...Escena con el Rey:


"Casi al mismo tiempo hacían irrupción en la sala los dos perros del Rey. Don Carlos entró momentos después: Al verme adelantóse y sin pronunciar una sola palabra me abrazó largamente: Luego comenzó a hablarme en el tono que solía, de amable broma, como si nada hubiese cambiado en mí. Confieso
que ninguna muestra de su aprecio pudiera conmoverme tanto como me conmoviera aquella generosa delicadeza de su ánimo real."

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Desde aquí, hasta el final, es puro teatro:
pág.213...( En la habitación de la Marquesa de Tor, la confesión de María Antonieta, propósito de sacrificio por su esposo, dudas...)

"–¡Mi pobre María Antonieta, me sonrío porque no hallo motivo para ser severo! Hay quien prefiere ser el primer amor: Yo he preferido siempre ser el último. ¿Pero acaso lo seré?
–¡Qué crueles son tus palabras!
–¡Qué cruel es la vida cuando no caminamos por ella como niños ciegos!
–¡Cuánto me desprecias!… Es mi penitencia.
–Despreciarte, no. Tú fuiste como todas las mujeres, ni mejor ni peor.
Ahora acabas en santa. ¡Adiós, mi pobre María Antonieta!
María Antonieta solloza, y desgarra con los dientes el pañolito de encajes(*): Se ha dejado caer en el sofá: Yo, en pie, permanezco ante ella. Hay un silencio lleno de suspiros. María Antonieta se enjuga los ojos, me mira...
Xavier, si todas las mujeres son como tú me juzgas, yo tal vez no haya sido como ellas. ¡Compadéceme, no me guardes rencor!
–No es rencor lo que siento, es la melancolía del desengaño: Una melancolía como si la nieve del invierno cayese sobre mi alma, y mi alma, semejante a un campo yermo, se amortajase con ella.
–Tú tendrás el amor de otras mujeres.
–Temo que reparen demasiado en mis cabellos blancos y en mi brazo cercenado.
–¡Qué importa tu brazo de menos! ¡Qué importan tus cabellos blancos!… Yo los buscaría para quererlos más. ¡Xavier, adiós por toda la vida!…
–¿Quién sabe lo que guarda la vida? ¡Adiós, mi pobre María Antonieta!
Estas palabras fueron las últimas. Después ella me alarga su mano en silencio, yo se la beso y nos separamos. Al trasponer la puerta sentí la tentación de volver la cabeza y la vencí. Si la guerra no me había dado ocasión para mostrarme heroico, me la daba el amor al despedirse de mí, acaso para siempre.


NOTAS:

(*)Vemos otra vez a las mujeres enamoradas de Bradomín "rompiendo pañolitos con los dientes".  
Sonata de otoño, pág.93...

Recordemos de la SONATA DE OTOÑO,
pág. 91 "... el Marqués de Tor tenía reconocidos veintisiete bastardos..."
pág.93 ..."Concha, en vez de responder, se llevó el pañuelo a los ojos, y después lo desgarró con los dientes..."  

Si queréis visitar mi blog de cine

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5 comentarios:

Paco Cuesta dijo...

Sin duda Bradomín es un gran actor.

Abejita de la Vega dijo...

Un actor consumado. No puede comprender el sacrificio de María Antonieta. Menos mal que aparece la tía Tor que le canta las cuarenta. Esta semana me pase a algo mucho más realista, en "Urtain" no hay estilización alguna.

Disfruto con tu acertada selección. ¿Por qué el clarín al lado de la pecera?

Besos, Gelu.

pancho dijo...

Esas referencias a las otras sonatas que citas son buena muestra de la atención que pones en la lectura. Una demostración del carácter unitario de las sonatas, a pesar de la fragmentariedad tan acusada que presentan.

Conocía "bugle", pero no sabía exactamente que era un clarín. Tampoco es que supiera cómo era un clarín. Sólo conozco su sonido.

Interesante composición fotográfica para la última Sonata y últimos suspiros de las amantes del Marqués de Bradomín, desplumado como el gallo de Morón.

Un abrazo.

Myriam dijo...

jajaja melancolía como la nieve del invierno cae sobre mi alma al ver que has llegado al final de la sonata como todos nosotros y El Marqués ya no podrá suspirar por nostrasa ni hacer heroica su manquedad... jajaja

Excelente tu selección de frases incluido el "puro teatro".

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me ha gustado mucho que lo hayas afrontado como una escena teatral. Tienes razón, en el fondo es un juego escénico en el que Bradomín siempre quiere ser el protagonista... por eso cuenta él la historia, claro.