(Fotografía por Manuel Casadiego )
pág.146 [...]" ¿Dónde está tu hechizo, nieve? " [...]
Béjar, Mayo 1917
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pág.141
pp.142-143
pp.144-145
A modo de explicación
He leído los artículos en prensa de,
que Gerardo Nieto ha reunido
pero, los hay tan estupendos
que no sabía por cuál comenzar.
Se me ocurrió decidirme, al leer -ayer-
Me acercaría, con los escritos -llenos de poesía- de JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS,
hasta los lugares de los amigos:
Sí, me llegaría hasta Béjar, y pasearía -de forma virtual- por las tierras del Duque, a quien Cervantes dedicó El Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha.
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El texto dedicado a BÉJAR, apareció publicado en:.- LA NACIÓN, 5 de Junio 1917. BÉJAR
.- EL ADELANTO, DIARIO DE SALAMANCA -6 de junio de 1917.
.- LA ESFERA-16-2-1924...BÉJAR
.-REVISTA POPULAR, 15 de abril de 1926
(como nos lo presenta
Gerardo Nieto, en su Blog ENTRE EL TORMES Y BUTARQUE. )
Copio, unos fragmentos de:
PAISAJES Y COSAS DE CASTILLA-(1919)
Andanzas y correrías
BÉJAR
Balcón en un altozano...
(pp.141 a 146)
"Aquí, desde un balcón de
Las Madrileñas, enfilo los gemelos de campo para saborear á mi placer un
soberbio paisaje bejarano. Va cayendo la tarde dulcemente. Abajo, a mis pies, la ciudad blanca se alarga encintada en el verdor.
[...] el cuadrilátero macizo y panzudo de San Juan sobresale de los aleros y tejadillos...
[...] el cuadrilátero macizo y panzudo de San Juan sobresale de los aleros y tejadillos...
[...]Por un momento aparto
los gemelos de la ringlera blanca de la ciudad, y los dirijo al Norte.
Abruptos peñascales por
todas partes; luego la mancha azul y zarca de la Sierra. Y nuevos pueblecitos
blancos –Valdesangil, La Hoya, Navacarros, Vallejera-, y espesos bosques de
castaños, y copas elegantes y alegres de cipreses- de los cipreses que, sin
saber por qué, se han trocado en España en arbolucos trágicos y melancólicos- y
caprichosos zis-zás carreteriles, y nuevos manchones zarcos de la serranía
vecina.
¡Deliciosa balconera la
mía! Béjar parece una ciudad de nacimiento, un lienzo primitivo que hemos contemplado alguna vez en una buena
pinacoteca de Flandes. Patinir, Petrus Christus, han visto en ensueños esta linda ciudad. La hora y la sazón envuelven el paisaje en un silencio sedante y confortador. Solamente una campanuca del Castañar se ha permitido romper el encanto de esta tarde de Mayo con un tañido seco y grave.
Los rayos del sol van declinando poco a poco. Las seis.
[...]aquellos cipreses del altozano que da frente a mi balcón, el picacho de la sierra de Francia, y, en fin, las tierras paniegas de Castilla más arriba.
...
Nieve en las crestas
Y otro día, lentamente, con el reposo que da esta ciudad a los espíritus fatigados, observo los tonos de color que ofrece Béjar a las distintas horas. Sobre el fondo eterno de verdura, coronándola y amurallándola, hay crestas roqueñas, pedregales. Que a ratos son rojas. Que después son azules. Que se anaranjan a la puesta del sol. Que son grises al anochecer. Que tornan a sonrosarse con la aurora. Que se platean cuando el cielo se vela y lo cubren las nubes pardas. Que son siempre distintos y siempre iguales.
Y en el seno de estos peñascos, antesalas de la Sierra, yace a trechos la nieve blanca que reposa mejor en las cimas que en las faldas de los montes. Y se derrite por entre las resquebrajaduras pedregosas en hilillos transparentes que rebotan con bullicio, cubren de espuma estos hilillos las raices de los chopos elegantes y esbeltos de los castaños cumbrosos y de los cipreses salvajes.[...]
Y yo, que amo con ternura franciscana la nieve porque es pura, y el agua porque es alegre y juguetona como un niño, detengo la mirada sobre los manchones de nieve que blanquean las rocas. Y no sé apartarla de las cimas altas[...]
[...]¡Santa nieve la de estas crestas serranas! Calmas el corazón; empapas el espíritu de optimismo y de alegría; infundes alientos para este batallar perpetuo por la vida, donde no se acaba de vencer el eterno anhelo que no nos deja sosegar nunca, nunca...
¿Dónde está tu hechizo, nieve? ¿En la gracia de tu blancura, en la humildad de tu origen, en la utilidad de tu destino, cuando te derrites porque te cansas de ser bella? ¿Dónde está tu hechizo, nieve de las crestas bejaranas?"
Béjar, Mayo 1917[...]aquellos cipreses del altozano que da frente a mi balcón, el picacho de la sierra de Francia, y, en fin, las tierras paniegas de Castilla más arriba.
...
Nieve en las crestas
Y otro día, lentamente, con el reposo que da esta ciudad a los espíritus fatigados, observo los tonos de color que ofrece Béjar a las distintas horas. Sobre el fondo eterno de verdura, coronándola y amurallándola, hay crestas roqueñas, pedregales. Que a ratos son rojas. Que después son azules. Que se anaranjan a la puesta del sol. Que son grises al anochecer. Que tornan a sonrosarse con la aurora. Que se platean cuando el cielo se vela y lo cubren las nubes pardas. Que son siempre distintos y siempre iguales.
Y en el seno de estos peñascos, antesalas de la Sierra, yace a trechos la nieve blanca que reposa mejor en las cimas que en las faldas de los montes. Y se derrite por entre las resquebrajaduras pedregosas en hilillos transparentes que rebotan con bullicio, cubren de espuma estos hilillos las raices de los chopos elegantes y esbeltos de los castaños cumbrosos y de los cipreses salvajes.[...]
Y yo, que amo con ternura franciscana la nieve porque es pura, y el agua porque es alegre y juguetona como un niño, detengo la mirada sobre los manchones de nieve que blanquean las rocas. Y no sé apartarla de las cimas altas[...]
[...]¡Santa nieve la de estas crestas serranas! Calmas el corazón; empapas el espíritu de optimismo y de alegría; infundes alientos para este batallar perpetuo por la vida, donde no se acaba de vencer el eterno anhelo que no nos deja sosegar nunca, nunca...
¿Dónde está tu hechizo, nieve? ¿En la gracia de tu blancura, en la humildad de tu origen, en la utilidad de tu destino, cuando te derrites porque te cansas de ser bella? ¿Dónde está tu hechizo, nieve de las crestas bejaranas?"
JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS
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Nota: Me he permitido suprimir el acento en la preposición a, que aparece impreso en la época.
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MIS OTROS BLOGS:
Nos asomamos a la balconera de Béjar, contigo, con el autor y con Pedro Ojeda.
ResponderEliminarBesos
Gracias por llevarme a Béjar así.
ResponderEliminarBesos.
Buenas noches, Abejita de la Vega:
ResponderEliminarYa verás cómo disfrutaremos con los trabajos que Sánchez Rojas dedicó a Burgos.
En Cataluña se sintió feliz, y muy apreciado como persona y escritor. Sus antepasados -por línea materna- eran de Tarragona.
Abrazos.
Buenas noches, profesor Ojeda:
ResponderEliminar¡Qué buenos amigos hemos conseguido leyendo a Cervantes!
Abrazos.
Me quedo sin palabras,
ResponderEliminarBesos.
Buenas noches, Amapola Azzul:
ResponderEliminarPues -calladitas-, vamos en un vuelo a Béjar.
Abrazos.