Pájaro en la nieve
(imagen de Wikipedia)
pág. 190...En el brocal del pozo saltaban esos pájaros gentiles que llaman de las nieves, ...
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'SONATA DE INVIERNO' DE VALLE-INCLÁN
pág. 173 a 197.......
Libro COLECCION AUSTRAL-Espasa Calpe, S.A.
(2º Libro prestado Biblioteca)- 36ª Edición -año 2007
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pág.175...el médico asomó en la puerta, tatareando un zorcico: Era un viejo jovial, ...
"El médico y la monja se miraron. Leí en sus ojos la sentencia, y sólo pensé en la actitud que a lo adelante debía adoptar con las mujeres para hacer poética mi manquedad. ¡Quién la hubiera alcanzado en la más alta ocasión que vieron los siglos! Yo confieso que entonces más envidiaba aquella gloria
al divino soldado, que la gloria de haber escrito el Quijote."
...
Alcé con fatiga el único brazo que me quedaba, y acaricié aquella cabeza que parecía tener un nimbo de tristeza infantil y divina. Se inclinó besándome la mano, y al incorporarse tenía el terciopelo de los ojos brillante de lágrimas.
...
–Háblame, hija mía.
...
–¿Por qué quiere usted que le hable?
–Porque el oírte me hace bien. Tienes la voz balsámica.
Por oír su voz, le dije:
–¿Cómo te llamas?
–Maximina.
...Aún no tengo quince años, Señor Marqués…
...–No soy novicia: Soy educanda.
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...Las tropas leales cruzaban la calle batiendo marcha. Se oía el bramido fanático del pueblo que acudía a verlas. Unos gritaban:
–¡Viva Dios!
Otros gritaban arrojando al aire las boinas:
–¡Viva el Rey! ¡Viva Carlos VII!
...
(Maximina a Bradomín, sobre el encargo a Sor Simona:)
–Yo sé cuál es: Que se viese con el Cura de Orio. ¿Pero quién le ha dicho que se ha olvidado? Entró aquí para despedirse de usted, y como dormía no quiso despertarle.
....
Como en los siglos medievales y religiosos llegaban desde la calle las voces del pueblo:
¡Viva Dios! ¡Viva el Rey!
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(Sor Simona):...
–¡Vaya que me ha costado trabajo convencer a ese bendito Cura de Orio!…
....El pobre hombre no había pensado nunca en quemar a los prisioneros, pero quería retenerlos para ver si los convertía. En fin, ya están aquí.
...Sor Simona me dijo:
–Los soldados que vinieron con usted han hecho verdaderos horrores
...
–Señora, mis soldados guardan la tradición de las lanzas castellanas, y
la tradición es bella como un romance y sagrada como un rito.
(Sor Simona):...¡Los soldados deben ser soldados, y la guerra debe ser guerra!
187-8...los prisioneros. A pesar de los años reconocí al gigante: Era aquel príncipe ruso que provocara un día mi despecho, cuando allá en los países del sol quiso seducirle la Niña Chole. Viendo juntos a los dos prisioneros, lamenté más que nunca no gustar del bello pecado,...
...
- Señor, mi padre os da las gracias.
Con aquella palabra padre, alta y sonora...
...Los dos prisioneros se inclinaron. Creo que el gigante me reconoció, porque advertí en sus ojos una expresión huidiza y cobarde. Incapaz para la venganza, al verlos partir recordé a la niña de los ojos aterciopelados y tristes, y lamenté con un suspiro, que no tuviese las formas gráciles de aquel efebo.
...
pág.189..."Toda la noche hubo sobresalto y lejano tiroteo de fusilería. Al amanecer comenzaron a llegar heridos, ..."
(Los soldados) "Bajaban sin formación por los caminos del monte: Desanimados y recelosos murmuraban que habían sido vendidos."
..."Me sentía muy débil, y al verme en pie con mi brazo cercenado, confieso que era grande mi tristeza.
Exaltábase mi orgullo, y sufría presintiendo el goce de algunas viejas amigas de quien no hablaré jamás en mis Memorias.
Cuervos comunes alimentándose en un vertedero
Imagen de Wikipedia
pág. 190...y por el fondo nublado del cielo iba una bandada de cuervos...
...–Hermana Maximina, tú eres dueña de tres bálsamos: Uno lo dan tus palabras, otro tus sonrisas, otro tus ojos de terciopelo…
pág.191...
Olvidé el tono sentimental y con el fuego de los años juveniles le dije:
–¿Serías capaz de quererme, con tu alma de niña?
–Sí… ¡Le quiero! ¡Le quiero!
...
Por la sombra del cielo iba la luna sola, lejana y blanca como una novicia escapada de su celda. ¡Era la hermana Maximina!
......
Después de una noche en lucha con el pecado y el insomnio, nada purifica el alma como bañarse en la oración y oír una misa al rayar el día.
... Los soldados convalecientes paseaban: La fiebre les había descarnado las mejillas y hundido los
ojos: A la luz del amanecer parecían espectros: Casi todos eran mozos aldeanos enfermos de fatiga y de nostalgia. Herido en batalla solo había uno.
...Le interrogué:
193...-¿Y quiénes sois vosotros?
-Los muchachos del Fraile. Yo era la primera vez que entraba en fuego.
-¿Y quién es el Fraile?
-Uno que estaba en Estella.
-¿Fray Ambrosio?
- Creo que ése.
-¿Pues tú no le conoces?
- No, señor. Quien nos mandaba era Miquelcho. El Fraile decían que estaba herido.
... A mí, junto con otros tres, me habían cogido al pasar por Omellín.
–¿Y os obligaron a seguirlos?
–Sí, señor. Hacían leva.
...
...Oíase lejano clamoreo de femeniles voces asustadas. Las voces corrían la casa clamando:
-¡Qué desgracia!
-¡Virgen Santísima!
-¡Divino Jesús!
El clamoreo se apagó de pronto: La casa volvió a quedar en santa paz. Los soldados hicieron comentarios y el suceso obtuvo distintas versiones. Yo me paseaba bajo los arcos y sin poner atención oía frases desgranadas...
...
Hablaban en este corro de una monja muy vieja y encamada que había prendido fuego a las cortinas de
su lecho, y en aquel otro de una novicia muerta en su celda al pie del brasero. Fatigado del paseo bajo los arcos donde el viento metía la lluvia, me dirigí hacia mi estancia. ...
...–Ha cometido usted la mayor de sus infamias enamorando a esa niña.
...–¡Sor Simona, imagina usted que con los cabellos blancos y un brazo de menos aún se puede enamorar!
..
...–A una niña que es un ángel, sí ¡Comprendiendo que por su buen talle ya no puede hacer conquistas, finge usted una melancolía varonil que mueve a lástima el corazón! ¡Pobre hija, me lo ha confesado todo!
Yo repetí, inclinando la cabeza:
–¡Pobre hija!
Sor Simona retrocedió dando un grito:
–¡Lo sabía usted!
...
–¡Lo sabía usted!
...
... Al remontar un cerro me volví enviando el último suspiro al viejo caserón donde había encontrado el más bello amor de mi vida...
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Si queréis visitar mi blog de cine
5 comentarios:
Excelente selección de citas que responden a todos los aspectos claves de la narración. Ni Sor Simona se te ha olvidado. Esta monja es de armas tomar. Con ojos de superiora fundadora, como dice Bradomín. De la estirpe recia de Santa Teresa.
Los que creen tienen el refugio de la oración para arrepentirse y difuminar sus culpas.
El asunto de la paternidad de Bradomín es una gran jugada del autor. Dosifica la ambigüedad y los datos con la maestría que corresponde a los pocos autores que son capaces de hacer algo parecido. He leído en la red estos días auténticas y sesudas tesis sobre el asunto. Parece más o menos claro que es el padre, pero que no existió incesto. Aunque Valle lo pone al borde.
Un abrazo.
La aparición de la niña es un admirable juego de ingenio de Valle Inclán.
Leo tu entrada y abro el vídeo. Me parece tener delante a ese médico mofletudo, coloradote y jovial que visita a los heridos de guerra cantando un zortzico, como el que tú nos ofreces. A cortar brazos pero con alegría, qué buena pintura la de Valle. A mal tiempo, buena cara. Me da que el médico de Valle mantenía esa actitud...
Lo sabía, lo sabía, qué infame este Bradomín.
Buen tejido, como siempre, Penélope Gelu.
Besos
Buenas noches, amigos:
Valle Inclán, nos ha mantenido expectantes durante las cuatro Sonatas haciéndonos “a ratos” simpatizar con los golpes de humor cínico de Bradomín.
Pero al dejar en nuestra lectura esta Sonata para el final, ya le conocíamos un poco, y en ésta él como varios de los principales personajes intervinientes no se salvan de nuestra antipatía.
El Marqués de Bradomín es tan egoísta, que quiere comprobar que aún puede enamorar, aunque sea a su propia hija, tan inocente; y como le dice Sor Simona, “A una niña que es un ángel, si. Comprendiendo que por su buen talle ya no puede hacer conquistas, finge usted una melancolía varonil que mueve a lástima el corazón”.
Dejo para todos, un Zortzico de Albéniz, en este vídeo Youtube, que me ha encantado porque tiene la pintura de, “la niña de la clavelina”.
Y me he imaginado que la Maximina imaginada por Valle Inclán, sería como esta preciosa María Teresa Mirabent i Planes, que retrató Santiago Rusiñol y se sabría bonita y muy querida por todos.
Saludos.
Excelentes citas, muy bonito blog. Saludos!
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