04 mayo 2013

PEDRO OJEDA ESCUDERO- JAVIER GARCÍA RIOBÓ///POESÍA: ESGUEVAS

 
Fotografías de Javier García Riobó
  
 
 
pág.22 "Uno lleva la infancia pegada al cuerpo cuando camina
por la ciudad. Las décadas no han pasado en vano: ya no es el mismo, como tampoco lo son las calles por las que acelera el paso hacia las tareas cotidianas. Pero hay un susurro casi inapreciable que le hace volver la cabeza y por un segundo, entre la grisura del granito que ha enlosetado sus recuerdos, surge el murmullo de los niños que cantan: cantan como si fueran capaces de mover el mundo con sus voces, como si fueran capaces de removerlo por dentro en ese segundo que queda en silencio y estático, antes de correr hacia el autobús, que escapa."
 
 
 
Fotografía pág. 23
 
 
 
pág.68 "Busco en todos los jardines uno, con un centro de rosales y cuatro cipreses enanos que daban piñas duras con las que yo manchaba mis dedos de resina en los juegos.
 
Hoy he entrado a descansar en este que se me ofrece y el canto secreto de la fuente me recuerda otro murmullo.
 
Qué alto era el jardinero que con un golpe certero de la azada removía la tierra y con delicadeza doblaba los brotes tiernos de la enredadera. Cómo lucía su dignidad de hombre que sabía cuándo podar y cómo las ramas espinosas. Cuando la fatiga de julio le hacía detenerse se secaba el sudor y sonreía.
 
Cortaba, entonces, las rosas en su punto justo y hacía un ramillete con la hierbabuena más verde y olorosa y entraba en la casa.
 
Busco en los jardines uno que ya no existe, pero aún siento la intensidad del aroma de las flores y la locura estival de la hierbabuena."
 
 
Fotografía pág. 69
 
 
----------------------
 
Hoy he podido disfrutar de la POESÍA del libro ESGUEVAS, del profesor Ojeda
He escaneado dos páginas, que no me he resistido a copiar para todos.
 
¡¡¡ENHORABUENA A LOS DOS!!!
 
---------
 
 
 
 
 
 
 
 -------------------------------
 

 

 
 
 
 
 
 
 




 

9 comentarios:

Paco Cuesta dijo...

¡Enhorabuena!

pancho dijo...

También tengo el libro aquí a mano, encima de la mesa, de vez en cuando leo alguno de los comentarios a las imágenes tan estupendas.
Como ya sabemos a grandes rasgos el estilo del profesor, a mí me parecen reflexiones ya leídas y conocidas, pero no por ello menos intensas y más depuradas en la expresión de lo que nos ofrece en la pantalla con tanta generosidad, día a día. El autor se debe haber vaciado para escribir con tanta intensidad y perfección. A mí me parecen reflexiones muy profundas. Como si ya quedara todo dicho. Inmejorable.
Gracias por la enhorabuena, extensiva a ti por la fidelidad en el seguimiento. Sin ello, buena gana de emplear tanto tiempo en actualizar el blog.

Un abrazo y felicidades por el día de la madre ya de dos generaciones.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias por tus palabras, Gelu. Gracias también a Paco y a Pancho...
Esguevas es parte vuestra, también, como bien sabéis.

Abejita de la Vega dijo...

Espero tenerlo en las manos yo también, para deleite de mis ojos y mis pensamientos.

Bella reseña, Gelu.

Besos

matrioska_verde dijo...

pues gracias a ti puedo ver un esbozo de lo que será el libro de Pedro y Javier, aunque ya me lo imginaba así.
En cuanto pueda ya me hago con él.

biquiños,
y gracias por estas muestras.

alfonso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
alfonso dijo...


Tien muy buen criterio. Has seleccionado dos excelente fotos y dos excelente, también, textos. Está claro que el libro ha de ser muy interesante.
Conocía el proyectos por amigos bejaranos.

· un beso

· LMA · & · CR ·


Ele Bergón dijo...

Gracias Gelu por traer el libro de Pedro Ojeda hasta aquí. Tengo muchas ganas de leerlo. Supongo que lo podré encontrar en las librerías de Burgos.

He estado un poco liada con otras cosas y por eso no os he visitado, pero espero ponerme un poco al día.

Un abrazo

Luz

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, queridos amigos:

Sentimos aprecio por el profesor,
todos los que nos acercamos al blog 'La acequia'. Día a día nos deja -allí- unas palabras que son prueba de su hacer. Es, como aquella acequia, que desde niño le acompañó, enseñándole que el secreto del agua y su color depende siempre de la mirada limpia del paseante, que se detiene a escuchar su murmullo.
Leyendo su libro, encontraremos el jardín con olor a hierbabuena, veremos el agua fértil derramarse sobre la tierra; y el color de la lluvia, el río, la noche, la infancia, la playa, y la vida y la muerte.

Abrazos.