20 noviembre 2014

NADA - CARMEN LAFORET (2)


(Sexta impresión- octubre 2012)
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Lectura colectiva
de la novela NADAde Carmen Laforet,
 BLOG 'LA ACEQUIA'

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Primera parte
Capítulo II 

[... ]Estaba en Barcelona. Había amontonado demasiados sueños para no parecerme un milagro aquel primer rumor de la ciudad[...]Me parecía haber soñado cosas malas, pero ahora descansaba en esta alegría
pág.81[...]Tres años hacía que, al morir el abuelo, la familia había querido quedarse sólo con la mitad del piso[...]los trabajadores encargados de tapiar la puerta de comunicación amontonaron [los muebles sobrantes]sin método unos sobre otros. Y ya se quedó la casa en el desorden provisional que ellos dejaron
[...] Yo tenía hambre, pero no había nada comestible.

III

pág.95[...]Román me parecía un artista maravilloso y único.
[...]un silencio enorme y luego la voz de Román:
A tí se te podría hipnotizar...¿Qué te dice la música?
Inmediatamente se me cerraban las manos y el alma.
-Nada, no sé, sólo me gusta...
-No es verdad. Dime lo que te dice. Lo que te dice al final.
-Nada

Lirios morados


IV

pág. 97 "¡Cuántos días sin importancia!
pág.100 -¿Tú sabes que Román tenía un cargo importante con los rojos? Pero era un espía
pág.101 [Gloria]...yo estaba en un pueblo de Tarragona, evacuada,
[...]Juan se enamoró de mí en seguida y nos casamos a los dos días[...]Era una vida maravillosa
[...]Poco a poco empecé a comprender que Román estaba instando a Juan para que se pasara a los nacionales.
 [...]Había muchos lirios morados en el parque del castillo. Román quería pintarme con aquellos lirios morados
pág.103[...]Don Jerónimo y Angustias hablaban de que mi matrimonio no servía...
104[...]Yo le pedí a Román que me devolviera el dinero que Juan le había dado, porque quería marcharme de aquí [Aquel dinero era bueno, en plata, de antes de la guerra.
[...]Por aquellos días vinieron a buscar a Román, y se lo llevaron a una checa, querían que hablara y por eso no le fusilaron. Antonia, la criada, que está enamorada de él, se puso hecha una fiera. Declaró a su favor[...][Dijo] Que yo era la que lo había denunciado.
pág.106[...]Estuve con fiebre varios días[...]La última tarde de mi enfermedad vino Román a verme. Trajo el loro en el hombro y el perro entró también de una manera impetuosa, dispuesto a lamerme la cara. 
pág.107[...]-¿Y no has compuesto algo para piano nunca?
-Sí, algunas veces, ¿por qué me lo preguntas?
[...]la canción de Xochipilli...¿No te acuerdas del idolillo de barro que tengo arriba?
...No vayas a creer que es auténtico. Lo fabriqué yo mismo.  Pero representa a Xochipilli, el dios de los juegos y de las flores de los aztecas.  En sus buenos tiempos, este dios recibía ofrendas de corazones humanos
[...]Se sentó al piano y tocó algo alegre[...]
 -Tú eres un gran músico, Román- le dije y así lo creía de veras.
-No. Tú no tienes ni pizca de cultura musical, por eso me juzgas así. Pero me halaga.
[...]Xochipilli me trae siempre mala suerte "


Estatua de Xochipilli
Museo Nacional de Antropología de México 



Carlos Chávez
Música azteca imaginaria (1940)

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Mi comentario

Sorprende lo bien construida que está la novela.
Y comprobar, que no queda un cabo suelto. 
Es casi increíble que su autora sólo tuviese veintitrés años, y lograra mostrar unos personajes con pensamientos y vivencias tan complicados.
Y reflejar esos años tan difíciles, 
tras la guerra civil, en los que había escasez de todo y abundancia de hambre.
Vemos también, como muchas personas no podían ni acceder a los alimentos del racionamiento, pero al mismo tiempo una pequeña parte no notaban estas carencias. Existía el estraperlo, y los que tenían dinero, podían acceder a la comida, vestidos, ropas, objetos de arte...vehículos y a falta de petróleo, gasolina y gasóleo, conseguir un aparato de gasógeno
Y lo bien que la autora conocía la ciudad de Barcelona, y cómo supo sintetizarlo en la novela.
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10 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Hola Gelu:

Me gusta mucho tu comentario a la novela.

Es verdad todo lo que dices. Los personajes son muy complejos y aunque la autora, tan joven, solo nos da pinceladas, como si de una pintura impresionista se tratase, del porqué de su comportamiento, podemos hacernos una idea de lo que ha pasado con ellos en el pasado.

Fueron años muy duros en España, donde, como explica Pedro, el miedo estaba instalado y los gobernantes supieron muy bien manejarlo, para eso, unos pocos privilegiados, nadar en la abundancia y el resto instalarse en el hambre perpetua.

Un abrazo.

Luz

Abejita de la Vega dijo...

Román es irrecuperable, la marca de la guerra fue demasiado profunda. A pesar de ello, su personalidad atrae. Andrea queda fascinada,comprobará que no es la única.
Personajes complicados, como tú nos apuntas. Claroscuros. Una escritora complicada y claroscura, de veintipocos sorprendentes años.
Rendiremos culto al dios azteca escuchando la música que nos ofreces.

Un abrazo, Gelu.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, Luz:

En esta lectura he apreciado detalles que me habían pasado desapercibidos. Por ejemplo, el que Andrea haga tan poca referencia a su vida anterior, a las personas y al lugar que había dejado.

Abrazos.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, Abejita de la Vega:

Román es malvado. No sé si él disfruta, pero hace sufrir. Parece que a los únicos que trata bien es a los animales. Mueve los hilos de todos los habitantes de la casa.
Nunca me planteé, hasta ahora, cómo había sido la creación de la novela. Pensaba en la autora, con la edad que tenía en el momento que la leí. Por eso no me sorprendió tanto.
Vista en perspectiva, se plantean muchas dudas.

Abrazos.

Amapola Azzul dijo...

Me gusta tu comentario, creo que no hay tanta diferencia con lo que ocurre ahora en la actualiadad, no se en Barcelona pero sí, donde vivo.
UN beso.

Me alegra que hayas disfrutado con la novela, Gelu, feliz finde y feliz semana, Guapa.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, Amapola Azzul:

Estamos en la primera parte. Y hay tres.
La gente corriente no sé si es menos complicada, pero desde luego la convivencia en las casas no es tan poco agradable como la que llevan esos personajes en el pasar de los días.
En la vida se necesita de personas buenas y graciosas, como tú.

Abrazos.

Paco Cuesta dijo...

Laforet deja pinceladas que el lector debe ir posicionando para esbozar un cuadro de la sociedad del momento. Posible recurso ante la censura.
Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Resaltado ahora, sale más cierto: el hambre, la nada y los elementos extraños que deja allí Román...
Gracias.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, Paco Cuesta:

Da la sensación de que, los convocantes del Premio, sabían de antemano que contarían con la aprobación de la censura.
En esta lectura, he apreciado que -en el fondo-, se desprende de la historia una lección de moralina muy propia de la época.

Un abrazo.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Andrea explica y hace que, desde el primer despertar en la casa,
compartamos con ella la carencia de comida:
capítulo II:
[...]"Había una mesa grande con un azucarero vacío abandonado encima[...]Yo tenía hambre, pero no había nada comestible que no estuviera pintado en los abundantes bodegones que llenaban las paredes."
De los habitantes de la vivienda familiar de la calle Aribau, no sale nadie bien parado en el retrato. ¿Residiría aquí, por comparación, parte del interés?

Un abrazo