17 septiembre 2017

ANTONIO JOSÉ (22 )- HNAS. SIDAR (3) -EDUARDO DE ONTAÑÓN (3)


Enciclopedia gráfica-BURGOS-(1930); El cura Merino, su vida en folletín (1933); Frascuelo o el toreador (1937);  Estampa (1928 a 1936) (Artículos recogidos del 13 marzo 1928 a 13 junio 1936)
de Eduardo de Ontañón
Los escritos de Eduardo Ontañón, un domingo soleado, entre ibiscos

(fotografía hecha el 25 de abril de 1932)
"José Subirá rodeado de Eduardo de Ontañón (izquierda), Antonio José (derecha)
y Saturnino Calvo (sentado en el centro)"
(De la pág. 166 'En tinta roja, cartas y otros escritos de Antonio José' -Miguel A. Palacios Garoz)
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A modo de comentario

Hoy, aprovechando el domingo precioso, y como hago a veces, se me ha ocurrido salir de mi rincón habitual y sacar mis libros a la terraza, para que se aireen y disfrutar del día con ellos.
En espera de todos los homenajes y actos que parecen estar previstos para el aniversario en diciembre de Antonio José, y mientras termino de ordenar todos mis apuntes de las personas relacionadas con él y con su obra, pensaba -como otras muchas veces- en lo importantes que fueron los amigos en la vida del músico burgalés. Entre ellos -y de los mejores-, sus paisanos: Luis Sáiz y Eduardo de Ontañón.

Con los dos últimos, -como explicaba en una carta a las hermanas Emilia y Concha Sidar Puras-, pasó un momento que no olvidaría, en el que llegó a arriesgar su vida por salvar la del amigo. No me resisto a transcribir ese párrafo del relato:

(la carta recogida en las páginas 226-227 del libro de Miguel Ángel Palacios Garoz, fue transcrita a máquina -junto con otras  quince-, y se encuentra en el archivo de la Biblioteca de Cataluña, en el legado de don José Subirá.

"Burgos, 14 agosto 1934
Queridas amigas mías:

[...]"Y a propósito de chapuzones, y esto va en serio: el domingo pasado faltó muy poco para que yo no pudiera volver a escribir a Vds. y Vds. se quedasen sin amigo...Bañándonos en el río Ontañón, Luis Sáiz y yo, Luis se fue a un pozo y se ahogaba. Yo me tiré a por él y después de horrible apuro logré salvarle y salir yo. El pobre Ontañón muerto de miedo, sin poder hacer nada por no saber nadar, desde la orilla nos vio desaparecer a los dos varias veces en el pozo..."[...]

Las cartas manuscritas enviadas por Antonio José a las hermanas, fueron prestadas por Emilia y Concha Sidar Puras, a don José Subirá, que las tuvo en su poder hasta devolverlas el 29 de junio de 1977 a sus dueñas, después de que ellas se las reclamasen. Así consta apuntado por el musicólogo. 
Y también que ellas las recuperaron.
Parece ser que dichas cartas originales se han perdido.
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Unas preguntas: ¿Qué fue de sus amigos? ¿Cómo habían reaccionado los conocidos y paisanos burgaleses cuando supieron de su encarcelamiento? ¿Y después?
La respuesta de su amigo Eduardo de Ontañón, que se encontraba en Madrid, desde antes del 18 de julio,  la tenemos en sus valientes escritos en Estampa, y se aprecia en su envejecimiento visible en las fotografías. Y en el AVISO del libro FRASCUELO o EL TOREADOR, publicado en 1937.
Lo iremos viendo.
...Continuará   

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10 comentarios:

Paco Cuesta dijo...

Desde niño, mi padre me enseñaba cosa de Antonio José, su música y su vida. Siempre lo tengo presente. Gracias
Besos

Gelu dijo...

Buenos días, Paco Cuesta:

En Burgos se hablaba muy poco en esos años de todo lo que fuese comprometido o peligroso. Supe de Antonio José por el artículo de Santiago Rodríguez Santerbás en la revista ‘Tiempo’, de diciembre 1971. Sí, que –entonces- podía haber buscado información directa de las hermanas Sidar o de algunas personas cercanas relacionadas con el Orfeón.
Todo era silencio y miedo al compromiso. Como así continúa. Priman los intereses. En fin.

Abrazos.

Abejita de la Vega dijo...

Me he bañado en ese río y los he visto. A todos ellos.
Gracias Gelu.

Gelu dijo...

Buenas noches, Abejita de la Vega:

Una prueba más de la generosidad y el sacrificio de Antonio José.
Como sabemos, Luis Sáiz Barrón, tuvo una muerte terrible el día de Santiago de 1936. [Ver pp.109-110 'En tinta roja. Cartas y otros escritos de Antonio José.']..." Había nacido en 1900. Estaba casado desde 1928 con Carmen Santos González.
[...]su único hijo José Luis Sáiz Santos, nacido póstumamente en febrero de 1937"...

Abrazos

TORO SALVAJE dijo...

Hola Gelu.
Vengo a despedirme.
Durante un tiempo escribiré únicamente para mí.
Creo que lo haré con más libertad.
Mientras eso ocurra no se podrá acceder a mi blog.
En el futuro ya decidiré si vuelvo a publicar lo que escribo.
Muchas gracias por todo este tiempo compartido.
Que te vaya muy bien.
Un abrazo.

Ah, y quiero agradecerte lo mucho que he aprendido de ti.
Gracias, Gelu.
De corazón.

Con tu permiso, un besoooooooooooooooooo

Gelu dijo...

Buenas tardes, Xavi TORO SALVAJE:

No podía entrar en tu Blog, y -dicho en términos de niños-, he pensado: "vaya, no me ajunta".
Escribe para ti, pero no tardes mucho en hacer alguna escapada y visitarnos. Te echaremos en falta a diario.
Todo lo que escribes considero que lo haces de corazón.

Otro besoooooooooooooooooo.

Rosa dijo...

Buenas noches, Gelu:
:)

Muy generoso Antonio José.
Estás realizando un gran trabajo.

Muchas gracias y un beso.
:)

Gelu dijo...

Buenos días, querida Rosa:

Sí, Antonio José fue muy generoso. Y al conocer su obra y su biografía, surge -de forma natural- corresponder de forma desinteresada a la divulgación de su valía personal y su música, que es lo que él se merecía entonces y ahora.

Abrazos

Ele Bergón dijo...

Cuando leí el libro de Óscar Esquivias de Inquietud en el paraíso, ya me llamó la atención este poeta y escritor exiliado que fue Eduardo de Ontañón, pero la verdad es que no había leído nada de él, hasta leer ahora en tu entrada, sus versos. Me gusta esa melancolía que tiene impregnada en la música y pienso que también puede ser un personaje para hacer mención en mi novela que ya creo tiene el título: Los sueños del tiempo

Tu entrada me ha llevado hasta el blog de Mª Ángeles y he leído su entrada del correo que le remite, el hijo de Ontañón, a ella. Precisamente esa entrada no la había leído o si lo había hecho no lo recordaba, pero no la hice comentario. Sí recuerdo que me lo comentó. Es lo que tiene Internet, que siempre se queda ahí para retomarlo cuando se quiera.

Seguimos en contacto

Besos

Gelu dijo...

Buenos días, Luz:

Eduardo de Ontañón, un gran escritor. ¡Qué desastre aquella guerra!
Hablaremos mucho de sus reportajes y de sus libros. ¡Cuánto amaba a su tierra! ¡Y a sus hijos, como lo demuestra su regreso!
Jacinto Eduardo de Ontañón, es la continuación de la saga de buenos escritores. Sólo hay que darse un paseo por su blog.

Abrazos.