Árboles jugando al escondite
(Fotografía: Manuel Casadiego)
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Defiendo la alegría,
Poema: 'Descarrilamiento'
en la voz de Carmen Martín Gaite
música: Craig Armstrong
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(Fotografía: Manuel Casadiego)
Árboles
(Fotografía: Manuel Casadiego)---------------
(Hoy he visto que los árboles de la entrada anterior
debían seguir jugando al escondite, pues no aparecía
la fotografía.
He vuelto a subirla, junto con otra en la que se ve que -ahora- todo ha vuelto a la normalidad)
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MI RACIÓN DE ALEGRÍA
Defiendo la alegría,
la precaria, amenazada,
difícil alegría,
al raso, limpia, en cueros,
mi ración de alegría.
No me arrastréis al pozo
de las verdes culebras.
No os arrojo a la cara mi alegría,
os la tiendo tan sólo
como una débil luz, como una mano.
No es ningún baluarte
ni ningún ofensivo privilegio,
es mi único utensilio cotidiano,
mi tela de labor.
No tengo otra bandera
y ostenta unos colores ya un poco desteñidos;
mirad que la levanto a duras penas,
contra viento y marea,
sin sombra alguna de provocación.
Es parcela pequeña, minifundio,
terreno sin cercados ni aparceros
que aro, riego y abono por mí misma,
con fe, de sol a sol.
Tomad el pobre o rico,
el cuestionable fruto
que desde ella os ofrezco,
pues sólo desde aquí
os consigo mirar, ayudar, entender,
poner tal vez en claro alguna cosa.
No me la reprochéis ni adobéis de negrura
como un reducto inmundo, segregado;
ved que no la defienden ni pinchos ni alambradas
y que podéis pasar aquí conmigo al sol.
No me arrastréis al pozo de las verdes culebras.
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"...la búsqueda del interlocutor "
Entrevista programa Joaquín Soler Serrano--------
10 comentarios:
Qué buenos poemas de Carmen Martín Gaite. A la altura de su mejor prosa, que es decir mucho.
Gracias por descubrirlos y compartirlos.
Un abrazo.
Buenas noches, pancho:
Sé que compartimos admiración por los escritos de Carmen Martín Gaite, y que lo has demostrado en más de una entrada de tu blog.
A ella le encantaba la música y el baile. Pongo este enlace de la canción de Chicho Sánchez Ferlosio
Pero no – Alberto Pérez
Quería haberte puesto aquella que dice:
"...Chica, ¿vas de guapa por la vida o es que vas tan distraída que no te acuerdas ya de mí?", pero no la he encontrado.
Un abrazo.
Defendamos la alegría.
En la anterior entrada los árboles debieron seguir jugando al escondite, menos mal que los has encontrado y traído de nuevo.
Besos.
Buenos días, Manolo Casadiego:
A veces en la Red se producen encuentros y desapariciones que parecen mágicos.
No hubo forma de restituir la fotografía en la entrada anterior, una vez se produjo el escondite de forma casual.
La única forma de recuperarla fue poner una nueva entrada. Quizá los árboles presentían que en esta ocasión iban a aparecer en las dos situaciones.
Un abrazo.
La alegría y la tristeza son hermanas. A veces vienen a mi casa de la mano.
Buenas noches, profesor Ojeda:
Sí, la tristeza y la alegría a veces van de la mano; por ese motivo, a la primera señora, sólo hay que aceptarla cuando es inevitable.
Le pongo el enlace de este precioso poema de Agustín García Calvo -convertido en canción por la música de Chicho Sánchez Ferlosio. Podemos escucharlo en las voces de Chicho y de Amancio Prada; no es difícil imaginar cantando -con ellos- a Carmen Martín Gaite.
El mundo que yo no viva
Un abrazo.
Hola, Gelu:
Como siempre es un placer pasear por tu blog. Las fotografías me han encantado, al igual que la poesía.
Un abrazo.
Buenas noches, Alex:
Gracias por la visita.
Te pongo un enlace que, estoy segura recordarás y cantarás a la vez que escuches a Serrat.
Pueblo blanco
Abrazos.
No sabía que la gran novelista fuera poeta. Ha sido un placer leer estos versos.
Un abrazo
Buenos días, Abejita de la Vega:
Copio este poema de Carmen Martín Gaite, que tanto tiene en común con los recuerdos que guardo de nuestra Ciudad, y con los sentimientos que hemos tenido -en alguna ocasión- todos los que dejamos nuestra casa.
CAMPANA DE CRISTAL
A veces yo querría haber seguido
en aquella campana de cristal,
todo limpio y pulido,
tamizada la luz, clara e igual.
Pero estas inherentes cicatrices
grabadas día a día en la memoria
en muebles y pasillos,
en lo que digo y dices,
han escrito una densa y sofocante historia
ceniza que se cuela entre visillos.
Sol frío, luz de nieve, resplandor;
por la Plaza Mayor
cruzo con mi cartera de estudiante;
mi madre dice desde el mirador
de la casa varada, apaciguante.
Quédate aquí, no crezcas, que es peor.
A veces yo querría haber seguido
en aquella campana de cristal,
todo limpio y pulido,
tamizada la luz, clara e igual.
- Carmen Martín Gaite -
Y te dejo este enlace, de otro poema, recitado por ella.
Desembocadura
Un abrazo
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